En octubre, la cosecha del cereal avanzó a un ritmo inferior al de la campaña anterior, alcanzando solo el 5% de los lotes.

Según las proyecciones, se espera un rendimiento de 11,1 quintales por hectárea y una producción total de 282 mil toneladas, cifras que son menores tanto en comparación con la campaña pasada como en términos históricos. Además, más del 70% de la superficie se encontraba en madurez, aunque el estado regular y malo del cultivo ha desmejorado ligeramente desde septiembre, con un aumento de 4 puntos porcentuales (p.p), debido a las altas temperaturas y la falta de lluvias.

También se ha reportado una baja presencia de arañuela negra (Petrobia latens).